El 31 de agosto de 1999, el Boeing 737 de pasajeros de la empresa de pasajeros "Low Cost" LAPA intenta despegar con destino final a la ciudad de Córdoba, desde el aeroparque de Buenos Aires, cuando solo se le habían practicado los mínimos chequeos obligatorios. Estando la aeronave dispuesta para el despegue y con sus motores al máximo de su potencia, se enciende la alarma, la voz del Comandante Gustavo Wiguel dice: "No sé qué es lo que pasa, viejo, pero está todo bien". El piloto no había configurado los alerones para el despegue, por lo tanto, la maniobra fracaso, y allí se inicia la tragedia del avión, que llevaba a bordo 95 pasajeros y 5 tripulantes.